En orden, en la trilogía de la república de Weimar, es la tercera, pero apareció publicada en segundo lugar, después de que la Crin de Damocles ganase el premio Azorín de novela.
Al igual que en El Gris y en La Crin de Damocles, los hechos se desarrollan en el Munich de entreguerras, convulso por la miseria, los intentos de extender a Alemania la revolución rusa y el surgimiento del nacionalsocialismo. En esta novela, además de la correspondiente trama negra sobre el tráfico de morfina (legal hasta hacía muy poco), se habla de lo que sucedió cuando Hitler fue a prisión tras el putsch de 1923 y el partido nazi tuvo que buscar a un nuevo líder casi desconocido, pues todos sus dirigentes estaban en ese momento huidos o en la cárcel. El cargo recayó sobre un boticario de Landshut, Gregor Strasser, que resultó ser un hombre terriblemente peligroso. El partido nazi, bajo su mando, no sólo no se hundió, como todo el mundo esperaba, sino que reaalizó una serie de maniobras políticas y organizativas que sirvieron más tarde, con el regreso de Hitler y su victoria por la mínima en un nuevo congreso, para llevar a los nacionalsocialistas al poder. En esta novela se habla de quiénes eran los hombres de Strasser (inicialmente antagonistas a los de Hitler, dentro del partido) y cómo evolucionaron lso acontecimientos en la Europa del momento.
Se trata claramente de una novela negra y política, con trasfondo histórico, y aunque es la tercera de la serie puede, como las otras dos, leerse de manera independiente.
Entrevista con Periodista Digital.