Llara, la maldición de las águilas

Llara, La Maldición de las Águilas Javier PérezNo puedo empezar sin citar esta reseña:

» Compren el libro, léanlo, y luego acerquense a este rincón del Bierzo (Las Medulas). Descubran de lo que es capaz de hacer el hombre por avaricia y ambición. Y, de paso, pregúntense también por qué los romanos tenían tantos problemas con las mujeres. ” Josep Borrell, «Librújula»»
Recuerdo que me pareció de las cosas más atinadas y deivertidas que habían dicho nunca sobre un libro mío.
Llara es una de esas historias que uno escribe en un arranque de cariño por su tierra, y que tiene muy poco que ver con el resto de mi obra, en cualquier sentido que se quiera mirar.
Una novela de romanos, sí, con una mujer como protagonista, aunque quizás fuese más atinado decir que el protagonista es el paisaje, las inmensas minas de oro de las Médulas.
Pero hay algo más. Hay otra historia que sólo algunos lectores han querido o sabido ver, y es culpa mía, sin duda.
Esta pretendía ser la introducción a la trama paralela.

«Cuando aúllan los lobos, una fibra más antigua que la razón se estremece en cada ser humano. Muchos, la mayoría, sienten un escalofrío y buscan el abrigo de la roca, de la manta conocida, de las llamas de la hoguera que  obliga a la oscuridad a retirarse unos pasos. Para estos es la hora del silencio, de esperar la madrugada rogando porque la fiera pase también hoy de largo.             Pero hay otros, unos pocos, que cuando aúllan los lobos se levantan y responden. Y sin volverse velludos, sin que les crezcan los dientes como afirma la leyenda, pertenecen a la estirpe de los que huelen la sangre.

            Nadie sabe cómo se llega a ser de una clase o de la otra. No hay herencias, ni enseñanzas, ni madres que transmitan a sus hijas el secreto, ni padres que lo enseñen a sus primogénitos en el claro de un bosque.

            Nadie sabe qué bisagra los divide, y sólo hay un modo de distinguirlos: cuando aúllan los lobos, unos tiemblan y otros ríen.»

Pero el caso es que esa segunda trama pareció hundirse para siempre en el marasmo de la novela histórica y por eso aprovecho estas líneas para intentar rescatarla tantos años después. Se trata de Llara como destino, además de comos er humano. Quizás el destino no sea un concepto muy moderno y eso no ayude, pero intenté concebiir a Llara como un destino, una fatalidad, y no sólo como una mujer guerrera. Llara es el símbolo de los que luchan sabiendo que van a perder.
Desde luegio, también debo decirlo, lo mío no son las historias de romanos, así que de antemano me disculpo si algún etendido en Historia se acerca a este libro y encuentra algún error de bulto. Leí a Vitruvio y a un montón de autores más para documentarme, pero siempre me ha quedasdo el temor de haberme deslizado a lo grande en alguna parte. Si a alguien le gustan esas historias, la mejor que he leído el El último Soldurio , de Javier Lorenzo, al que también leí para informarme.
Si alguien se anima a visitar las Médulas después de leerme, me doy ya por completamente satisfecho.
JP
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  • Editorial ‏ : ‎ Stella Maris; N.º 1 edición (22 septiembre 2015)
  • Idioma ‏ : ‎ Español
  • Tapa blanda ‏ : ‎ 288 páginas
  • ISBN-10 ‏ : ‎ 8416541086
  • ISBN-13 ‏ : ‎ 978-8416541089
  • Peso del producto ‏ : ‎ 345 g
Puede encontrase en Amazon  aunque a un precio incomprensible. Posiblemente lo consideren objeto de coleccionismo o algo así.
También está en Iberlibro y también a un precio irrazonable.
Y parecen tenerlo aún en la Librería Pastor de León, a un precio normal.
En todo caso, si alguien quiere leerlo y no lo encuentra, puede dirigirse al autor en la sección contacto de esta misma página y seguro que no le importa enviar una copia.